08/10/2024 0 Comentarios
La aparición del miedo
El miedo aparece cuando, ante un estímulo real o imaginario, no se da una respuesta adecuada ni se experimenta la emoción correspondiente. Esta ausencia y la indecisión conducen a la parálisis y a la angustia. El miedo es una combinación de dudas, ansiedad, angustia, indecisión y parálisis.
El miedo aparece cuando, ante un estímulo real o imaginario, no se da una respuesta adecuada ni se experimenta la emoción correspondiente. Esta ausencia y la indecisión conducen a la parálisis y a la angustia. El miedo es una combinación de dudas, ansiedad, angustia, indecisión y parálisis.
Cuando, frente a las situaciones de la vida, ya sean estímulos externos, internos o de cualquier otra índole, respondemos con una ineficacia repetida de decisiones y acciones, la angustia se refuerza y surge la parálisis. Llega un momento en que nos quedamos sin capacidad de respuesta. Estas sensaciones nos llevan a no tomar decisiones ni acciones, lo que genera más miedo.
Un estímulo que nos hace reaccionar puede ser real, imaginario, físico, afectivo, intelectual o incluso no tener mayor importancia. Sea cual sea, siempre induce a una respuesta. Tanto el estímulo como la respuesta son variables: puede ser una reacción de acercamiento, un sentimiento, un pensamiento, una huida, un cambio de ánimo, una acción significativa, una paralización o incluso un movimiento imperceptible.
El miedo es una sensación de susto frente a un pensamiento. El estímulo que provoca la respuesta temerosa está dentro de nosotros: es nuestra propia percepción lo que nos asusta, nuestra idea de lo que podría suceder. Nos da miedo lo que imaginamos que sucederá o podría suceder. Para transformar ese miedo en susto y afrontarlo, debemos enfrentarnos a él. Una vez que el miedo se transforma en susto, podemos dominarlo y vencerlo. Esto es clave: hay formas de manejar el miedo, y la primera es diferenciarlo, clasificarlo, hacerlo consciente. Es fundamental entender que no es lo mismo asustarse por un tigre real que por la foto de un tigre.
Frente al miedo existen dos opciones: avanzar hacia la superación personal y la acción, o caer en la parálisis y la depresión. El miedo paraliza, y la parálisis alimenta el miedo. El miedo es el extremo opuesto a la acción. Esto se confirma porque, cuando el miedo aparece, no nos deja actuar; sin embargo, cuando iniciamos una acción, aunque no sea la más efectiva, el miedo tiende a disminuir hasta desaparecer. El miedo se vence actuando, y no hay otro camino.
Se trata de elegir entre actuar o quedarse con el miedo. Cuando decidimos actuar, podemos asustarnos ante la idea de lo que vamos a hacer, pero ya no tendremos miedo. Es imprescindible tomar una decisión para salir del miedo. Si logramos transformar la indecisión, la parálisis, la ansiedad y la angustia en una decisión, esa decisión nos llevará a la acción, y con ello, venceremos el miedo
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